lunes, 23 de junio de 2008

Ready? Go!


¿De verdad lo estamos? Pensaba yo, si realmente estamos en la temporada de descuentos y ofertas... es decir, ¡vamos! el dólar superó la barrera de los $500 ya, varios debieran estar contentos... ¿Es el momento para salir afuera y tomar sol sin protector solar, sino con coca cola? - al menos eso hacían mis compañeras en el colegio, como para ponerme a tono con toda la avalancha de encuentros gracias al dios facebook (sí, no sé qué pasó que toda la gente ahora quiere juntarse con todo el mundo, exigiendo hasta el punto de querer que aquel o aquella pendejita de prekinder que te apretaba los cachetes, se acuerde de tu nombre, el de tu perro y el de tu calle)- o ¿será el momento para decir prefiero el helado de chocolate que el de vainilla?. A veces, me doy muchas vueltas alrededor de mi gata esperando encontrar la respuesta en sus ojos amarillo-verdosos que me miran acompañados por sus mostachos con geotropismo positivo, esperando que la mire y le recite mis acostumbradas confesiones de amor gatuno. Porque no lo sé. Sí, no lo sé. Pucha que hay que ser valiente para decir no sé... creo que es más fácil decir que sé esto, que oí aquello, que creo esto otro... y que los científicos de Skip -acusando edad, me parece que ya no existe- han desarrollado poderosas herramientas que demuestran que es el momento para!... pero, ¿para qué?... Ahhhh, pues eso no lo sé. Esta noche no tengo la respuesta para todo... quizás nunca la tengo.

¿Seré una mujer más que gusta de mujeres que irremediablemente, lleva consigo el gen de la locura?. Tengo una teoría... en alguna parte de nuestro XX que nos hace lesbianas o bisexuales, va ligado el gen del deslizamiento de tejado... es casi imposible arrancar de algún desorden. A lo mejor, está ligado al sexo y todas las mujeres tenemos cierta tendencia a ponernos el sombrero de Nerón, independiente si babeamos por Brad Pit o por la Angelina Jolie.

O quizás, no está ligado al sexo, y simplemente es parte de la conducta humana. Entonces, me surge otra pregunta... ¿será algo genético o determinado por el ambiente? Cierto es que una vaca estrella, de esas que producen litros y litros de leche, que están en el ránking de la revista people de las vacas lecheras, si le ponen yuyo seco... no da sus números espectaculares de leche. Puede ser, que nosotros, los seres humanos, no expresemos todo nuestro potencial de sanidad mental si nuestro ambiente está lleno de paja -y, ¡cielos!, algunos están más llenos de pajas que otros-. Ahora quizás ese potencial de sanidad mental, se vea francamente disminuido en el mundo oprimido de las mujeres, el que se sepa ahora, simplemente puede obedecer a un asunto natural de que las mujeres ahora decimos: No.

Si acotamos aún más el mundo femenino, yéndonos al corral de las lesbianas - es que me encantó usar las vacas lecheras de ejemplo- si nos dan yuyo en vez de una dieta finamente equilibrada entre carbohidratos no estructurales, celulosa, proteína y todos los demás nutrientes... no produciremos todo lo que podemos. Es así como Dalí necesitaba de su locura para pintar, así también era necesaria la soledad casi patológica de Picasso, o el agua tibia para que la levadura aumente regocijada en su buena situación, para derechamente hacer un buen pan; o así como la transcriptasa reversa lo es para que un retrovirus pueda multiplicarse. El ser humano necesita un buen ambiente, propicio para poder expresar todo el máximo de sus posibilidades. Claro, si analizamos todo el estrés que conlleva el vivir como una mujer que rema contra la corriente, en donde, hasta en un hospital te pueden poner trabas para visitar a tu pareja enferma, el resultado es que expresar todo nuestro potencial, hacerlo visible y que no nos trague el vértigo de la vida misma, se nos hace el doble de difícil que para la media de los mortales.

No es algo que se solucione con simples marchas rodando sobre lindos carros alegóricos, ni con papeles de colores, ni con estas cremas brillantes desparramadas por nuestros cuerpos. No. Menos aún, cuando nuestros compañeros de gremio nos miran de soslayo y nos critican que damos muchos problemas, y que para hacer justicia social, dado que en las discos heteros les cobran la entrada a los hombres y no a las mujeres, les cobran entonces a las mujeres y no a los hombres. No.
El cambio pasa primero por nuestras cabezas. Pero, ¿cómo?. No lo sé... he de pensar en eso, al menos en lo personal, y buscar mi norte. Necesito pensar un poco más en mí. Necesito saber cómo convertir el yuyo en dieta de lujo -¡si tan sólo ese tipo hubiera dejado la receta en sus libros aquella vez que transformó el agua en vino!- A lo mejor, yo misma debo comenzar por limpiar mi terruño y replantarlo. Veré en la próxima temporada si cosecho al menos un banderín del sentido.

5 comentarios:

Simplemente yo dijo...

Lo que es yo con enfermedad metabólica... desequilibrio entre la tasa de entrada de nutrientes en la dieta y de salida en la producción.
cuak!

igual agregandole un poquito de alfalfa a la vida..

besos

Pichex

me tuve que crear una cuenta para dejar comentario ajaja

Dubilandia dijo...

Ohhh, mi pitcher!!, bueno, se agradece el esfuerzo... pero es mejor que fotolog, pásate a mi bando xD

Anónimo dijo...

una buena dieta no consiste en lo que debes comer o no, pienso yo... se debe a las horas del dia en que lo hagas... una hora determinada seria lo adecuado... creo que es una forma de no dejar lo que mas te gusta de lado para estar sano, o no?

solo si me dan la herramineta quizás el álgel pueda volar... de una o de otra forma son cosas que no se pueden dejar pasar, aunque asi se deba...

Dubilandia dijo...

Buen alcance. Es importante lo de las horas... pero, claro está que los componentes de la ración son igualmente esenciales... No es lo mismo comer un beso de medianoche, que comerse una cachetada.

Simplemente yo dijo...

será que también afecta el de que manera comer esos nutrientes? ...será mejor masticar lento?... tragar con pedacitos o moler bien?.. no se.. puede ser que a veces sea bueno una atoradita...

aunque a estas alturas estoy atragantada!