miércoles, 4 de junio de 2008

Este teléfono, está lésbicamente fuera de servicio


¿Cómo hablamos las lesbianas? ¿Nos diferenciamos en algo con el resto de los mortales? -asumiendo que somos una especie de elite en el mundo ("somos el mundo lésbico")-... "Corta tú", "no, tú"... las dificultades de hablar en código: "Vietcongs a las 12 en punto" (no puedes hablar porque está tú papá) "Negativo" (estás en el trabajo) "Afirmativo"... ¿Y de qué hablamos? ... De las plantas, del arte enigmático que tenemos algunas -sí, me incluyo- de apilar loza hasta un metro de altura sin botar nada -aquí dudo, tengo un don especial para romper vasos... así que vasos no apilo-, del tiempo, de si salimos o no por último al parque forestal o a ningún lado... ¡y de gatos!, cómo olvidarlos, somos muy gateras las lesbianas. Si pudiéramos los llamaríamos con nombres lesbianos: Gia, Shane, pero ya sería mucho, así que nos quedamos con los nombres franceses. Los gatos son para las lesbianas, como los poodle para los machos gays.
También hablamos de sexo. Sí, pero no mucho. Habiendo vivido mucho tiempo en antros de chat, creo que el sexo telefónico no nos suelta los calzones, a diferencia de los hombres que hasta pagan -cuánto hombre disfrazado con nick de mujer, con los ojos en blanco al imaginar que lo miran por cam o que lo llaman por teléfono para escuchar una lesbiana- . Ok, entiendo, suena patético, relacionarse con un teléfono, una cam o un simple monitor. Pero, ¿qué pasa cuando estamos más en confianza, y en algunos casos, las distancias o los períodos de muchas labores nos impide acercarnos, o simplemente, alguien que nos derrite con su voz, y jugamos nuestras cartas para una cita, para que al menos se aprenda nuestro nombre y le acose toda la semana el seso?. ¿Nos ponemos cachondas, hablamos de cómo le haríamos el sexo oral a nuestra oyente, de cómo meteríamos manos casi sin tocar piel, para provocar más ansiedad; cómo hurguetearíamos por entre sus labios hasta humedecerlos al llegar al ápice del clítoris, tocando despacio, muy despacio... acelerando, acelerando (pero no tanto, dirán al otro lado)? ¿Podemos decirle cómo nos fascina su escote, cómo nos hace click arriba y abajo al ver cómo se le mueven las "tetazas" (bien español, acento cachondo), cómo morderíamos su cuello, cómo lameríamos su vulva, cómo comerla? Puede ser que no hablemos tan animalescamente, puede ser que nos privemos por el pudor, la vergüenza ajena -que en este caso, no sería tan ajena-, caemos en el limbo de ser "mujer seria" v/s "amante puta". He leído en varias partes del cyberespacio, acerca de la "muerte de la cama". Cuando llega el tedio, la fatiga, la rutina y caemos en el riesgo de la muerte sexual pero viviendo libremente el lesbianismo. Una suerte de amigas con ventaja, pero sin ventaja, o ventaja por períodos. Casi con cuello isabelino y bailando en un amplio salón con el cogote tieso de la "compostura".
Suena un poco contradictorio, vivir sin ataduras, siendo una misma, saliendo a marchas, rayando paredes, escribiendo en blogs, enfrentando la familia -la propia y/o la de la suegra-, reclamando al mundo que es tan injusto; pero aún así diciéndose a sí misma: "¡Ayy, las cosas que dices, pareces hombre!"... ¿Hombre? ¿porque se toma las riendas del deseo, sin esperar a que las cosas pasen?. ¿En qué momento me hice hombre, feo, peludo y hediondo? Me imagino una transformación de mujer a Trauco, con pelos en las orejas, en la nariz y su gaviotín coronando nuestros ojos.
Sí, definitivamente, creo que el machismo también ataca a las lesbianas, mucho más de lo que se pueda reconocer. Es más, es patente cuando se habla de "ella hace la parte del hombre", "ella la activa, yo femenina", como si ser femenina significase ser una especie de muñequita de trapo en la espera que te remezcan, casi estrellita de mar, así quietecita con las patitas y los bracitos abiertos esperando que llegue el azote del mar sáfico. Un día, una mujer que se autodenominaba "camioncita", me dijo: "Pero si yo soy bien pasiva para mis cosas, no ando así como... aquí me las traigo yo, chicas", y descubrí la madre del cordero, mi primera revelación: ¡Yo pensaba así!, con ese estereotipo heterosexual, tan de roles, tan de imitar. El que algo sea frecuente, no significa que un evento cualquiera no obedezca a la curva de Gauss. Por lo que llegué a la siguiente conclusión: Ser lesbiana, no te asegura precisamente originalidad. No van de la mano.
Una lesbiana, no es distinta al resto, no es marciana, no pertenece a otro mundo -tampoco hay elite-, no tiene tetas emergiendo de las órbitas o de las coanas, puede pecar perfectamente de machista, puede ser un desastre en la cama -¡puede tener problemas para encontrar el clítoris!, o terminar tribadeando con la sábana, con la radio reloj, con todo menos con su pareja-, puede ser el ser más fome, latero y rutinario del mundo... y sí, también puede volverse una estratega militar que se conoce de memoria todos los "Z-15 y los 10-4", una niña al teléfono, empalagosa, ingenua... lujuriosa, cachonda, muy sexual. Porque una lesbiana es, ante todo, una mujer. Mujer que tiene el derecho a ser santa y pecadora, victoriana y puta, niña y cachonda, amante y madre, pareja y amiga: Compañera de la vida, pero de toda, incluida la sexual que no debiera de tener tanta plantilla. Dos puntos equidistantes, con diversos equilibrios, que cada una debe encontrar.
Los extremos, como en todo círculo vicioso, siempre se tocan. El negro y el blanco pueden ser muy distintos, pero igual de malos a la vez.

7 comentarios:

Artista Culinaria dijo...

hace tiempo k no leia un blog serio k me sacara sonrisas.
pposteaste en mi blog y de seguro fue por una publicidad que mi agente virtual hizo en el tuyo, pero ahora soy la verdadera...
Cierto es lo que dices, sinembargo has de reconocer que tenemos un plus. Y es que yo soy una lesbo fan y creo que tenemos un plus sobre las otras mujeres. El plus de tener lo mismo que hablar que ellas pero ademas de esa capacidad magica de empoderarnos de una cultura que antes nos rechazo.
Por tanto una conversacion lesbiana (si se tiene saldo en el movil) puede ser de lo mas divertida. Suelo reirme mas con las lesbianas que con las heterosexuales y con los hombres. Hay mas secretillos, mas copuchas del mundo porque siempre tenemos la capacidad de estar dentro de el, pero de recordad que somos "especiales", la cosa que el siglo XXI desea con fervor

AMOR SIN FRONTERAS dijo...

aki pasando a conocer tu blog!!! ando con muxooo trabajo ahorita pero me dare tiempo de leerlo con calma pork merece eso y mas!!!

saludos ... nos estamos leyendo

Anónimo dijo...

creo que por la unica finalidad que me uni al blog fue para sacar lo que tengo sin lastimar a nadie, como veras en mi mundo solo logro hacer que la gente hulla de mi ^^ gracias por tus palabras de verdad...
no razono lo que tu escribiste, no hago comentario alguno... simplemente es la imaginacion la que da a basto... ^^
se feliz...

Anónimo dijo...

no seria existensia completa... no seria vida en vida si no una triste pena a vivirla... seria un mundo de plomos colores quedando en la edad antigua, sin avance ni tiempo ya presente, nos quedariamos en una jaula con la llave de ella en el olvido...
la delicadez de una mujer, en diferentes formas, una silueta al punto de la perfeccion...
al menos eso es lo que reprento para mi "locura de noche"

Athenea Escritora dijo...

Uuuufffff... Cierto... Cierto !!! Lo esencial, a veces se le olvida a los ojos...
El problema de occidente con la dualidad es que no es aceptada. Se nos fuerza y educa para elegir entre lo uno y lo otro, olvidando que el estado natural del ser no es dividir, si no ser UNO con todo.

Los dioses griegos eran cercanos a los hombres, porque aún siendo dioses estaban sujetos a sus pasiones, sus amores, etc... Pero, las creencias judeo-cristianas hicieron su imperio y hasta ahí no más llegamos: blanco o negro, sin goce de grises...
Para no olvidar: el Chi (Ki) la energía vital es la suma del Ying y el Yang. Y así no más es...

Un abrazo, Athenea.

P.S.: no puedo irme sin decirte que me encantó este post.

Guidaí dijo...

Hola Dubilandia!
Excelente post... Andaré por aquí.
Un abrazo

Morgana dijo...

Concuerdo con todo. Me gustó mucho tu post. Pasaré de nuevo.