viernes, 4 de diciembre de 2009

Herzstein

Corazón de piedra.

Corazón ardiente.

Corazón de piedra ardiente.

Corazón empedrado que arde.

Corazón ardiente lleno de piedras.

¡¡Cálculos cardíacos!!

Mi corazón arde, y lamentablemente, este es el mío. Mein own.

No puedo parar de sentirme mal por todo esto: Llevo en mis entrañas un vástago que crece sin futuro, arde y devora esperando implantarse en mi pecho y en mis genitales, mas no entiende que es hijo de un origen castrado, fruto de un sólo primogénito.

El pobre diablo no tiene idea que debe ser creado a partir de dos seres, no sabe que el ser partenogénico hará de él un monstruo... Uno sin pies ni cabeza.

No sé cómo explicarle que será profundamente desgraciado si no lo aborto. Mi resolución no es más gruesa que la punta de un pelo y mi cobardía tan similiar a un embudo. Pero me pregunto, ¿qué hará la libertad sino destrozar?, así mismo, ¿qué hará mi confesión?

Es por eso que, nuevamente, frente al mar me rosticé y este corazón sigue ardiendo mientras mi amor deforme sigue creciendo dentro de mi cuerpo: Ich Liebe dich!!!!

miércoles, 18 de marzo de 2009

I can't keep on waiting for you...

Wait wait wait...



En estos días me ha bajado la pasión por lo retro; esas fotos antiquallas en blanco y negro, en las que se pierde el tiempo -time goes by so slowly-... donde suena un despertador con campana invitando a ser toda una femme fatal. Si bien no luzco como una, me siento como una; podría intentar un disfraz que me saque risas y me embote un poco el pensamiento en estos días tan blancos y tan negros; tan faltos de decisión y llenos de ansiedad, de alboroto y sin embargo con una inconsecuente falta de movimiento de mi parte.






Sé que la vida sigue girando allá afuera y que no retrocede. Sé que las malas decisiones pueden llevar a fines catastróficos. Más aún, sé que la falta de decisiones conlleva fines peores, pero aún así, siento que la catástrofe me hace sonar el teléfono de la nostalgia, aquel cuernófono con rueda bulliciosa de la nostalgia y del recuerdo taciturno.





No sé si pueda seguir esperando por ti.

No sé si pueda seguir esperando por nada, en lo aboluto.


Y es porque mi reloj está en la onceava hora de la desesperación.




What are you waiting for?

domingo, 25 de enero de 2009

PREFIERO DEJAR DE AMAR QUE DE FUMAR


He ido dejando atrás rostros, imágenes, recuerdos y sentimientos. No me ha sido fácil, y me da terror lo que hay delante de mi metro cuadrado; mas si hay puentes que cruzar para que no me atrape la ola, pues tendré que ir y pie tras pie (que es muy similar a "traspié"), ir dejando al mundo atrás y vomitar cada centímetro cúbico de aire invasor que quiera contaminar mis derruidos pulmones nicotínicos con su fastuoso e intolerable amor fraterno o cualquiera de sus primos, tíos y concubinas.

Dije tiempo atrás, que la ausencia y la presencia de las palabras podían ser un ente destructor. Para ese momento en especial, que recuerdo tan vívidamente, una gran verdad nacía dentro de mí. Ésta, subviviendo antes de su existencia misma y escondida no sé dónde (...chucha, en buen chileno) , se metió dentro de mi cabeza y se fundió en mis venas, contaminándome, derritiéndome y matándome. Hoy ya sé lo que no sabía, o quería -creía- no saber. Hoy ya sé lo que no sentía y sin embargo, subsistía dentro de mí ante mi total desconocimiento . Hoy ya sé lo que es amar y sufrir. Hoy sé, también, lo que es no amar y convertirse en un quirquincho de corazón anquilosado y ambiguo. Hoy ya sé y no sé si quería saber todo lo que sé ahora.
Sí, lo sé, me tocará sufrir cuando vea su rostro descompuesto ante la evidencia de que sabíamos que algún día llegaríamos a saber, pero que nadie y ninguna quería que se supiese.