viernes, 4 de diciembre de 2009

Herzstein

Corazón de piedra.

Corazón ardiente.

Corazón de piedra ardiente.

Corazón empedrado que arde.

Corazón ardiente lleno de piedras.

¡¡Cálculos cardíacos!!

Mi corazón arde, y lamentablemente, este es el mío. Mein own.

No puedo parar de sentirme mal por todo esto: Llevo en mis entrañas un vástago que crece sin futuro, arde y devora esperando implantarse en mi pecho y en mis genitales, mas no entiende que es hijo de un origen castrado, fruto de un sólo primogénito.

El pobre diablo no tiene idea que debe ser creado a partir de dos seres, no sabe que el ser partenogénico hará de él un monstruo... Uno sin pies ni cabeza.

No sé cómo explicarle que será profundamente desgraciado si no lo aborto. Mi resolución no es más gruesa que la punta de un pelo y mi cobardía tan similiar a un embudo. Pero me pregunto, ¿qué hará la libertad sino destrozar?, así mismo, ¿qué hará mi confesión?

Es por eso que, nuevamente, frente al mar me rosticé y este corazón sigue ardiendo mientras mi amor deforme sigue creciendo dentro de mi cuerpo: Ich Liebe dich!!!!

1 comentario:

Estados de ánimo dijo...

ouuuch!
eso lo escribiste tu?
es no sé, tiene una mezcla de sentimientos... no todos muy gratos.
saludos